Cigarros.

Llegue caminando al kiosco de la esquina.

-Señor tiene cigarros sueltos?
-Si pero no le puedo vender a escolares.
-Puta-exclame
-Disculpe?
-No nada! Gracias..

Camine de vuelta y afortunadamente me encontré con el Javier Pérez
Que venia saliendo de un ensayo.
Le pregunte si tenia fuego y me dijo que si, lo saco del bolsillo y me lo paso.
Después le pregunte si tenia cigarros.
Se río y me regalo uno.

Nos fuimos caminando, hablando de la vida y la muerte.

Pase de nuevo por el kiosco y quede mirando al señor que no me quiso vender cigarros.
Puse el cigarro en mi boca para que lo viera como señal de victoria, por que había conseguido lo que quería.

-El cigarro te va a matar weon- Me dijo el Javier sin dejar de mirar hacia adelante
Lo prendí, Y seguimos caminando hasta hacernos humo…