22 de abril del 2008.


Prima mía, te fuiste dejándonos este viento vació.
Esta noche podemos mirarnos las caras, y hacerte un jardín con cada lagrima botada.
Mi alma se parte en dos y no me da abasto para entender tu partida.
Un frió me conmueve pero tu aun notoria presencia me relaja.
Prima mía, te fuiste dejándonos en esta noche fría, donde el cielo llora mojando nuestras tristes cabezas.
Prima mía, reunidos por conmemorar tu muerte, te abrasamos a nuestros corazones y recordamos con alegría tu paso por nuestras vidas...

Hasta siempre...